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Alejandra Valdebenito, diputada electa por Aysén: “Todo el mundo me decía que mi campaña era débil, yo siempre sentí que podía ganar”

Alejandra Valdebenito Torres (Concepción, 9 de diciembre de 1975) es matrona de formación y hace un mes aproximadamente se convirtió por primera vez en diputada electa por el pacto Chile Grande y Unido. Militante del Partido Unión Demócrata Independiente (UDI) se transformó en la nueva parlamentaria de la Región de Aysén, dejando atrás a Marcia Raphael (RN) con una diferencia de 90 votos.

Paula Álvarez

Paula Álvarez

Aysén
Alejandra Valdebenito, diputada electa por Aysén:  “Todo el mundo me decía que mi campaña era débil, yo siempre sentí que podía ganar”
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Por Paula Álvarez, periodista DeNota *

Fotografías de Rafael Elgueta

 

A sus 50 años asume su nuevo trabajo con la culpa de dejar a sus hijos en Aysén para instalarse en Valparaíso a legislar por las urgencias de su región. Con una historia personal marcada por una infancia “gitana”, como ella misma la describe,  su familia se movió por distintas ciudades del sur, siguiendo oportunidades laborales, experiencia que le permitió conocer realidades diversas y adaptarse a nuevos entornos desde muy joven. Estudió Obstetricia en la Universidad de Concepción. Llegó a la región en 1999 para un reemplazo en el hospital que se transformó en  26 años de trayectoria en el sistema hospitalario de  Aysén, donde ha desarrollado gran parte de su trabajo.  Durante los últimos años ha acompañado a mujeres con cáncer de mama y patologías relacionadas con el cáncer cervicouterino. Desde esa experiencia, construyó un vínculo cercano con la comunidad, experiencia que señala habría sido clave para ganar la elección en una región donde “se vota por las personas”. Desde esta historia de servicio, señala, inicia una nueva etapa: representar a Aysén en el congreso con el mismo sello de cercanía y trabajo persistente que la ha acompañado por más de dos décadas.

 

¿Cómo surge tu candidatura a diputada? 

 

Bueno, yo tuve una candidatura en el 2021, en la cual perdí, también con la coalición de Chile Vamos, en aquella instancia yo sentía que había hecho mi servicio militar ya con mi partido con eso, pero claro, en el transcurso finalmente comienzan a aparecer proyectos y todo apunta a que la única que puede llevar esa bandera adelante es Alejandra Valdebenito, uno por un resultado muy bueno que habíamos tenido la elección anterior y dos, porque afortunadamente en estos 26 años he podido contar con el cariño de la gente. Soy una persona que, por mi trabajo y mi disciplina, he podido ingresar a muchas casas a través del único arte que mejor conozco, que es el arte de hacer nacer. Entonces, creo que esa era una tremenda ventaja para poder consolidar un proyecto que, si bien es cierto, para mucha gente me relaciona con mi partido político, que es la UDI, un proyecto político que busca trabajar con y para las personas con ideales, por supuesto, que son muy propios, muy nuestros, como lo son la libertad, el pensar en la inversión para generar un desarrollo económico y generar empleos de calidad más que un Estado tan presente. Yo creo que por ahí fue porque me costó aceptarlo…



¿Por qué? 

 

Me costó aceptarlo porque yo había proyectado mis próximos cuatro años estudiando, postulando a cargos y, como te digo, aportando desde otro ámbito profesional, pero principalmente cerca de mis hijos. Entonces, proyectarme en este otro escenario era salir de mi zona de confort, salir de mi hogar, salir de mi región y hacer lo que mejor sé hacer, que es trabajar, pero lejos de lo que más hoy día yo cuido, que es mi nido familiar. Entonces, eso fue lo que me hizo muchas veces dudar en aceptar o no este desafío. Pero finalmente lo acepté. 

 

¿Y cómo se viven estos días después de la elección y me imagino que preparando todo? Porque en marzo comienza una nueva vida  para  Alejandra Valdebenito…

 

¿Sabes que todos me preguntan lo mismo? Bueno, por supuesto que hay una parte de mí que está pensando en toda la logística, en lo que va a ser mi familia, en dónde voy a vivir, cómo voy a vivir, con quién voy a trabajar, en qué me voy a enfocar, cuáles van a ser mis primeros pasos, pero solo una pequeña parte de mí, porque yo al otro día de las elecciones me tenía que presentar a las 8 de la mañana a trabajar. Entonces, el servicio público y la vida continúan, y yo tengo un contrato de 44 horas en el servicio público, en el cual no puedo estar indiferente y no puedo faltar. Ya permisos y días no me quedaban de nada, entonces he tenido que enfocarme un 80% en lo que es mi vida laboral, retomar otra vez mis funciones hospitalarias y, claro, después de las 5 o 6 de la tarde, comenzar a trabajar en estos otros proyectos, y ha sido muy, muy agotador, muy, muy agotador. Pero ahora ya en enero pretendo dedicarme solo y exclusivamente a organizar lo que va a ser este despegue y este viaje a Valparaíso y a la Cámara para poder iniciar estos pasos que son nuevos para mí.

 

 

¿Qué te fue sorprendiendo de ti misma en la campaña? ¿De qué te fuiste dando cuenta a medida que la campaña avanzaba? ¿Te fuiste dando cuenta de que había altas posibilidades de que ganaras la elección? 

 

Sabes que, a pesar de que todo el mundo me decía que mi campaña era débil en algún momento al principio, yo siempre me sentí como que yo podía ganar. Por eso me costó tomar la decisión. Me costó tomar la decisión porque sabía que no iba de arroz graneado. Yo sabía que podía ganar. Además, sabía que iba en una lista muy potente. Pero puede ser ese egocentrismo que finalmente igual tenemos todos los que ingresamos a la política, pero yo como que sabía que podía ganar, que tenía unas altas posibilidades de ganar. Y no tiene que ver con mi discurso político, porque yo en general soy una política como fuera de lo habitual,  no tengo un discurso político que venda y que seduzca para transformar o cambiar un voto. Yo lo sentía porque en estos 26 años mi experiencia matronil y mi trabajo de matrona me han hecho generar muchos lazos con muchas familias. Porque tú no atiendes solamente a una mujer, no recibes solamente un hijo, tú ingresas a un grupo familiar completo, interactúas con abuelos, con hermanas, con cuñadas, con la tía, con los hermanos. He bailado 26 años con La Bonita, como quien dice, porque siempre he recibido y he tenido una retroalimentación de afecto y de cariño. El mundo político es distinto, tú recibes muchas ofensas incluso solo por pertenecer a un sector político, sin siquiera que las personas puedan conocerte realmente. Y eso también es un lado que a uno le cuesta un poquito asumir. Pero en esta campaña recibí muy pocos golpes y recibí mucho cariño y reconocimiento a mi trabajo. Y eso generó, primero, un orgullo de mí misma. Parece que no lo hicimos tan mal en estos 26 años; al final, todo este trabajo con tanto cariño que yo hago, porque yo adoro mi trabajo de matrona, finalmente tiene frutos. Frutos en el sentido de que hice una campaña y que, independiente de que hubiese perdido, fue una campaña en que recibí mucho cariño, mucho cariño, incluso personas que no me abrieron sus puertas. 

 

Tu elección fue muy reñida con Marcia Raphael. Solo tienen 90 votos de diferencia. ¿Por qué crees tú que el votante de derecha optó por tu candidatura y no por la de Marcia Rafael, que ya venía de un periodo parlamentario que tenía mucha visibilidad, que había hecho un trabajo ya de cuatro años? 

 

Yo creo que Marcia es una muy buena política. Creo que ella tiene un público cautivo, pero es un público cautivo muy similar en número al mío y eso también se vio en la elección anterior. Pero creo, desde mi mirada, que nuestros focos de público son distintos. Creo que ir en una lista en la cual no éramos cuatro partidos, sino que éramos siete partidos, creo que eso pudo haber jugado más en contra de ella que a mí. Eso generó que probablemente el rol político que tuvo en estos cuatro años no pudiera haberse visualizado en una votación altísima, porque la lista de republicanos y libertarios pudo haber capturado ese votante que era más de ella que mío.

 

 ¿Y cómo viviste ese momento? Porque en algún momento estaba como voto a  voto.

 

Hasta el día de la votación yo no estaba tan nerviosa, estaba más con ansiedad. Pero en ese momento sí, estaba muy nerviosa. No sé si nervio era la palabra, pero eso de tener ahí el corazón aquí (indica su garganta) de perdí, gané, perdí, gané, perdí, gané, porque en algún momento fue así. Porque claro, estaba arriba, estaba abajo, y estaba arriba y abajo por 15, 20 votos. 50 votos. Volví a bajar a 15, volví a subir a 50. Y fue bien de vértigo. 

 

¿Te llamó Marcia Raphael cuando ganaste? 

 

Sí, me llamó, me llamó … no, no me llamó, me envió un mensaje de felicitación y un mensaje de camaradería, en definitiva. Pablo también lo hizo, como su marido, el presidente de Renovación Nacional también, Geoconda también, y Guillermo Pacheco, que eran los de mi lista. 

 

 

Alejandra, con tu elección eres una de las 52 mujeres electas en este Congreso. Lo que significa que hay un 33% de representación femenina en el congreso, que sigue siendo bajo, de hecho, es más bajo que la elección anterior. ¿Por qué crees que a la mujer le cuesta tanto estar en cargos políticos? ¿Por qué todavía se mantiene esa brecha? 

 

Yo siempre digo que el Congreso fue diseñado para hombres. O sea, mira todo lo que te conté. La carga emocional que todavía tengo de dejar a mis hijos. Eso, la familia. La mujer es el sostén de la familia. Entonces, viajar tanto, finalmente comienzas a decir, bueno, ¿Qué privilegio? Mis deseos, mi carrera política, mi desarrollo personal y profesionalmente, o privilegio el cuidado de mis hijos y  cuando tú privilegias tu desarrollo profesional, también hay una crítica. Dejaste a tus niños solos ¿Y con quién se van a quedar los niños? Y claro, ese sentimiento de culpa, (se emociona) estas lágrimas no son de emoción, son de culpa. Toda madre tiene culpa. Se repite que las mujeres sostenemos, avanzamos a pesar de la culpa y a pesar del dolor. Entonces, nos toca muchas veces decidir.  Hay decisiones que van a ser acertadas y hay decisiones que van a ser erradas. Pero el Congreso fue diseñado para hombres. Entonces, ahora tú me dices, ya, pero también con esa cosa machista de que el hombre se puede salir del hogar. Es más fácil. Es mucho más fácil. En nuestra realidad hoy día sigue siendo más fácil que el hombre se vaya un domingo y vuelva un viernes, a que la mujer se vaya un domingo y vuelva un viernes. Entonces, los sentimientos de culpa siguen siendo una de las razones por las cuales, primero, muchas mujeres deciden no ingresar al mundo de la política y mucho menos querer ser diputada y estar en esta constante dinámica de viajar y de descuidar momentos que son tan importantes para nuestros hijos (...). Yo me siento absolutamente afortunada de estar en un partido político, al menos en la Región de Aysén, en la cual siempre he sido la primera opción para ejercer o desempeñarme primero en una candidatura y hoy ser diputada electa de Chile. 

 

En tu web de candidata, planteabas cuatro ejes de trabajo: seguridad, salud, trabajo y conectividad; ahora que ya eres diputada electa y que vas a empezar tus funciones en los próximos meses, ¿cuáles crees tú que son las principales urgencias de Aysén? 

 

Cuando una arma un programa de campaña, siempre lo arma en blanco y lo arma desde el día uno, antes de la escucha, antes de todo, pero si tú lees ahí, en general son los cuatro ejes que mueven la Región de Aysén, ahí están los dolores de la región, ahí está precisamente en lo que no se ha avanzado al ritmo que ha avanzado el resto del país, pero claro, uno quisiera poder estar en todos los ejes y poder trabajar en todos al 100%, porque se van a discutir además todos los temas, pero uno normalmente debe tener lugares en los cuales siente que puede lograr un mayor impacto o avanzar más. Sin duda, para mí la salud es uno de los temas fundamentales porque lo vivo en el día a día, lo vivo como usuaria interna, me refiero como funcionaria, lo vivo como usuaria externa, lo vivo como paciente, y porque ha sido uno de los dolores que más han esgrimido las familias en cada parte del territorio regional, probablemente porque al ser matrona e identificarme como matrona cuando me presento, inmediatamente ellos se defienden del mundo hospitalario, las listas de espera, la hora que no le ha llegado, el desplazamiento, las distancias, la falta de profesionales, cómo está la salud rural, cómo está la salud de la atención primaria, entonces…

 

¿Cuáles dirías tú que son las tres brechas más importantes de salud en la región? 

 

Fíjate que la región no está ajena a las grandes urgencias que tiene el país y ahí, sin duda alguna, la lista de espera, tanto de especialista como quirúrgica, son fundamentales. Es una brecha crítica que hay que trabajar, pero más allá de los recursos que haya que colocar, creo que hay que hacer una transformación para poder gestionar aún más la lista de espera. Porque si tú te ves, claro, hay tres millones de personas que esperan una atención médica en el país y se han inyectado recursos y los gobiernos regionales han tratado de colaborar y participar activamente, sin ir más lejos, el gobierno regional acá, a través de Marcelo Santana, ha impulsado y ha inyectado recursos al Hospital Regional Coyhaique precisamente para ir descomprimiendo esta lista de espera, pero a la medida que tú avanzas en esta lista de espera que viene de dos y tres años, inmediatamente comienzan a aparecer un mayor número de listas de espera. Entonces, en definitiva, vas haciendo como una rueda en la cual no logras llegar finalmente a término. Por lo tanto, creo que debe haber una transformación, debe haber un proceso en el cual se trabaje de manera mucho más permanente en una colaboración público-privada. Lamentablemente, en nuestra región, esta colaboración público-privada es prácticamente imposible, porque no tenemos oferentes regionales que puedan cubrir la demanda de atención de especialistas, ni mucho menos quirúrgica. No existe otro pabellón que no sea el del Hospital Regional Coyhaique. Por lo tanto, creo que se debe hacer un trabajo desde el Minsal. Yo espero que el próximo gobierno, en este caso el presidente José Antonio Kast, tenga salud como bastión dentro de estas urgencias en las cuales él va a trabajar. Él ha hablado de instalar un gobierno de urgencia en donde salud, yo creo que sin duda alguna, debe ser una de las urgencias con las cuales haya que comenzar a trabajar durante el año 2026. 

 

En relación a la elección del nuevo presidente, ¿cómo es tu relación con el presidente Kast? 

 

A José Antonio Kast lo conozco desde el año 2021, en mi primera elección. Él me apoyó en esa candidatura. Como le dije cuando nos vimos hace dos semanas, ambos perdimos. Y ahora él me dijo, pero ahora ambos ganamos. Efectivamente, ahora ambos ganamos. 

 

¿Hablaste con él? 

 

Sí, hablé con él hace poco, lo fui principalmente a saludar. Él recordaba que me había apoyado en la candidatura anterior, como todos los presidentes en general, como que se preparan bien, en general, los parlamentarios de cada región. Entonces tenía super claro y se acordaba perfectamente del trabajo que habíamos realizado en conjunto. Yo espero que ejerza un gobierno muy ejecutivo, de acuerdo a sus urgencias sociales, con menos discurso, pero más ejecución, para que efectivamente podamos concretar uno de los principales desafíos que tiene todo gobierno que asuma, que es en definitiva cumplir con las promesas que se realizan. En este caso, las de él son orden, seguridad, el tema de la migración, que para nosotros como región aún no es un tremendo problema, pero que sin duda alguna el día de mañana, puede serlo; en una región además tan chica en el número de personas, se ahoga fácilmente con este tipo de problemas. 

 

Una de las cosas que planteabas en campaña en tus redes sociales era que las regiones tenían que estar en el centro de las decisiones del país. ¿Cómo pretendes tú, como parlamentaria, y los parlamentarios en regiones tienen mucho poder para eso, instalar ese tema en el gobierno central? 

 

Que mire Aysén, que mire la región como un hijo más dentro de todos los que tiene que gobernar, pero que entregue también facultades a quien hoy día tiene el liderazgo de la Región de Aysén, que es el gobernador regional, independiente de quién esté a la cabeza. Creo que entregar esas facultades permite también que las regiones puedan tomar decisiones pensadas en el territorio y no desde Santiago, porque es mucho más pertinente pensar en la región desde la propia región que pensarla desde Santiago, que muchas veces cuesta tener empatía con lo que no se conoce o con lo que no se vive. Quienes trabajan en el gobierno regional, quien lidera hoy día el gobierno regional es un aysenino, conoce perfectamente la problemática de la región en todos sus ámbitos, viene además de una comuna rural que le cuesta mucho más que una comuna como Coyhaique y por lo tanto, conoce los grandes desafíos que existen en la región. Por lo tanto, yo espero que efectivamente el presidente José Antonio Kast mire a las regiones más extremas, que mire a las regiones extremas del norte, pero también a las regiones extremas del sur y entre ellas Aysén, y que no pase directo de Los Lagos a Magallanes. 

 

Alejandra, uno de los temas que generó más polémica de la propuesta de José Antonio Kast fue el tema de derogar la Ley de Aborto; como matrona, ¿tú estás de acuerdo con eso? ¿Cuál es tu visión respecto a eso? 

 

Yo creo que trabajar cuatro años de gobierno en una ley que finalmente es un proyecto que no le va a solucionar el problema a la señora de Melinka, ni a la de Ibáñez, ni a la de Aysén, ni a la de Lago Verde, es perder cuatro años legislando, aprobando o rechazando un proyecto que finalmente no le soluciona la vida a nadie. Es más que una ley de aborto, es una ley de aborto en tres causales. La ley de aborto en tres causales ya está instalada, él mencionó en alguno de los debates últimos que no la iba a derogar, aun cuando él no estaba de acuerdo con la ley de aborto de tres causales. Si tú me lo preguntas desde mi mundo matronil y valórico, yo tampoco estoy de acuerdo con el aborto. Para mí, el tema de la vida es mi talón de Aquiles. Pero también tengo claro que uno no legisla para uno, uno legisla para las familias, uno legisla para su región y legisla para el país. Y ahí yo creo que José Antonio Kast no se va a perder y que no va a perder su tiempo en un gobierno de emergencia legislando en temas que no van a entregar ni más seguridad, ni oportunidades laborales, ni va a hacer crecer el país en temas que son del ámbito valórico, ideológico y que sin duda tienen un tremendo impacto en la vida de las personas. Pero es una ley que yo creo que va a persistir en estos cuatro años. 



¿Qué es lo que más vas a extrañar de tu vida de matrona?

 

De la sala de parto al congreso, es como un viaje. Me he preguntado, ¿qué es pasar de la sala de parto al congreso? Y bueno, en la sala de parto finalmente las urgencias no las atendemos con discursos, porque yo soy mala para los discursos. Finalmente, las urgencias las atendemos con acciones, acciones que tienen que ser ordenadas, disciplinadas, concretas, para tener un resultado esperable y  en este caso, exactamente lo mismo. Yo creo que lo más difícil, lo que más voy a extrañar, es precisamente ese contacto más allá de los papeles con las familias, por la caricia, el encuentro, el abrazo. Yo con mis pacientes me abrazo con todas.  (...) Entonces por eso creo que generar esos lazos, esos lazos afectivos, yo los voy a extrañar mucho. Pero el contacto en terreno, el día de mañana, me va a permitir poder continuar con esos lazos. Lo que yo espero, o cuál va a ser mi trabajo ahí, es que ellos no me vean como la política. Prefiero que, en vez de que me digan diputada, la “matrodiputada”. Quiero que me vean como la mujer que las sigue acompañando en estos procesos, pero que las está acompañando a través de una legislación para poder avanzar, para que avancemos no solamente como mujeres, sino que avancemos como familia, como sociedad. En proyectos que generen oportunidades a nuestra gente. En definitiva, hacer nacer proyectos y ya no hacer nacer guaguas. 

 

* Periodista y Máster en Comunicación Social, especializada en Comunicación de la Ciencia. Ha sido asesora comunicacional de instituciones públicas y privadas. Cuenta con experiencia en prensa escrita —en la desaparecida revista Ercilla y en crónica regional en el Diario de Aysén— y en televisión, como corresponsal de TVN en Aysén. Además, fue parte de la creación del programa radial Los Sonidos de la Ciencia, donde realizó producción periodística y conducción.

 

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