Opinión

¿Por qué Kast?

En esta columna de opinión, el médico veterinario y excandidato a senador, Felipe Henríquez, responde a la pregunta electoral.

Columnista DeNota

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Aysén
¿Por qué Kast?
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Por Felipe Henríquez *

 

La pregunta no es menor, y su respuesta es evidente para quienes creemos en la libertad, el orden y el esfuerzo. Pero en el Chile de hoy, marcado por la inseguridad, el estancamiento económico y un gobierno que prometió mucho y cumplió poco, apoyar a José Antonio Kast no es un acto de fe: es una decisión práctica para recuperar el rumbo.

 

Y en Aysén, una región que ha sufrido abandono y burocracia por décadas, pero que en la actual administración fue francamente olvidada y engañada esta decisión se siente aún más urgente.

 

El programa de Kast apunta a lo esencial: seguridad, crecimiento y libertad. Pero también reconoce algo que en Santiago suele olvidarse y que los que creen la planificación central simplemente no entienden: Chile no se sostiene sin sus regiones. En Aysén, producir se ha vuelto difícil. Los permisos tardan años, la inversión se detiene y la tramitación asfixia a quienes quieren trabajar. Agricultura, ganadería, transporte, turismo, construcción, pesca artesanal, acuicultura y servicios viven con la sensación constante de que el Estado no ayuda, sino que estorba.

 

La propuesta de Kast ofrece un giro necesario: menos trabas, reglas claras, apoyo al mundo productivo, descentralización real y una valorización del emprendimiento regional. Sin esas condiciones básicas, nuestra región no puede volver a crecer.

 

La alternativa es la continuidad del actual gobierno, ahora en manos de una candidata comunista. Eso no es renovación, sino repetir o agudizar un modelo que ya fracasó: más trabas, más ideología y más decisiones tomadas desde oficinas en Santiago que no conocen la ruralidad ni la vida en zonas extremas. Ya vimos sus efectos: costos al alza, empleos a la baja, proyectos paralizados y un clima de incertidumbre que desalienta la inversión. Eso es lo que vivimos, esa es la realidad fuera de los discursos oficiales grandilocuentes.

 

Seguir por ese camino sería administrar la decadencia, no superarla.

 

Aysén necesita alternancia. La democracia funciona mejor cuando frente a un mal gobierno cambia, cuando se corrigen errores y cuando se abre paso a una visión que crea en el trabajo y en la libertad. No podemos seguir ajustando un modelo que nunca ha entendido nuestra realidad territorial.

 

¿Por qué Kast? Porque representa los principios que permitieron que Chile avanzara por décadas y que en Aysén siempre han sido fundamentales: libertad de emprender, respeto al esfuerzo, orden público, defensa de la familia y la autoridad y un Estado que acompañe en lugar de obstaculizar. Su propuesta busca recuperar el sentido común y liberar las fuerzas productivas que hoy están atrapadas entre trámites eternos, incertidumbre y políticas que castigan vivir lejos de la capital.

 

La decisión es simple: o continuamos con un modelo que ahoga a Aysén, o apostamos por un camino que valore nuestras capacidades, respete nuestro trabajo y permita que la región despliegue su verdadero potencial.

 

Por eso Kast. Porque Aysén y Chile no pueden seguir esperando. Porque llegó la hora del orden, del crecimiento y de la libertad.

 

* Felipe Henríquez es médico veterinario y excandidato a senador por Aysén.

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